En general asociamos una disminución de la calidad de vida, con el proceso de envejecimiento corporal. Pero esta relación no es estrictamente directa, ya que muchas de las dificultades y enfermedades que aparecen con el paso de los años en el cuerpo humanos, se deben también a la disminución y falta de ejercicio físico a lo largo del tiempo. Los músculos, huesos y tejidos, se atrofian de no utilizarlos. Y no solo hablamos de salud física, si no también de salud mental. Pues, como ya hemos comentado en más ocasiones, el deporte es un potente regulador emocional. Por este motivo hoy te hablamos sobre la importancia del ejercicio físico para la tercera edad, los beneficios que tiene practicarlo, y los estudios que demuestran la gran mejora que puede lograrse.
Los beneficios del ejercicio físico para la tercera edad
En primer lugar está demostrado, a través de varios estudios, que el ejercicio físico en personas mayores mejora su calidad de vida. La frecuencia con la que realizan visitas a un centro de entrenamiento, gimnasio, o lugar de entrenamiento de fuerza, reduce sus visitas al médico y gasto en medicamentos y tratamientos farmacológicos. El ejercicio físico para la tercera edad, controlado en ancianos, ayuda a su autoestima.
Un entrenamiento controlado, puede ser una buena herramienta para favorecer el sistema inmunológico y ayudar a mejorar su descanso. También se puede utilizar, para hacer un seguimiento de una dieta saludable y variada. Se ha demostrado a través de diversos estudios, que es eficaz para regular la presión arterial y mejorar la salud cardiovascular de las personas adultas y de la tercera edad.
El ejercicio físico para prevenir caídas
Uno de los grandes problemas y preocupaciones de los familiares de personas de la tercera edad, son las caídas y las tediosas recuperaciones que estas conllevan. Se calcula que el 82% de los ingresos hospitalarios de personas mayores de 75 años, están relacionados con caídas. Esto puede evitarse o al menos intentar minimizar las consecuencias a través de ciertos entrenamientos específicos.
La mayoría de caídas pueden resolverse a través de trabajos de propiocepción, fuerza y equilibrio. De esta forma, el paciente podrá trabajar distintas formas de anteponerse a la caída, reaccionar a tiempo, o si no hay forma de evitarla, caer de la mejor forma posible. Está demostrado que los ejercicios combinados, de fuerza y equilibrio, ayudan a mejorar los factores relacionados con caídas en los adultos mayores con deterioro cognitivo leve. Aumentan su propiocepción, velocidad de marcha y de reacción, disminuyen las oportunidades de caída y refuerzan su seguridad y confianza.
Pautas sobre el ejercicio físico para la tercera edad
La Organización Mundial de la Salud hace ciertas recomendaciones generales en base a la realización del ejercicio físico para la tercera edad:
- La realización de al menos 150 minutos de actividad física a la semana
- Las personas mayores con poca movilidad, deberán hacer actividad física centrada en equilibrio para evitar caídas
- Realizar ejercicios de fortalecimientos de músculos, al menos dos veces por semana
- Para obtener ventajas médicas, aumentar el tiempo de ejercicios a 300 minutos a la semana, de actividad física moderada
- Realizar actividad intensa durante 10 minutos
- En el momento en el que las personas mayores no puedan realizar ejercicio físico como tal, deberán ser tan activas como sus condiciones físicas les permitan
Conclusiones generales sobre el ejercicio para mayores
El deterioro que se produce a lo largo de los años, viene dato por el desuso de los músculos y tejidos, más que por el propio envejecimiento celular. Visto lo que hemos explicado con anterioridad, y lo que la OMS especifica, teniendo en cuenta siempre las limitaciones y seguridad que hay que abordar, es necesario y fundamental tener en cuenta el ejercicio físico en la tercera edad. Es una herramienta preventiva, que va a prestar una mejoría de capacidades físicas y mentales, una mejora inminente de salud y va a permitir unas mejores condiciones de vida para todo el entorno.
Eso si, siempre debe estar supervisada por profesionales del fitness, pues hay que tener en cuenta cada caso particular, no debemos elaborar nuestras propias tablas de ejercicios, y mucho menos para la tercera edad. Contacta con nosotros si estás buscando mejorar las condiciones de vida de tu entorno, y elaboraremos un plan a tu medida.