Cuanto menos te mueves, más cuesta moverse. Y a partir de los 40, esto se acentúa. A partir de esta edad, suceden algunos cambios que hacen que resulte más fácil coger peso y más difícil bajarlo, hay mayor tendencia a desarrollar enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes o las cardiovasculares. Pero no es todo cuestión de asumir que nuestro cuerpo de vuelve inútil y tirar la toalla, pues tenemos soluciones en la manga para hacer y estar un poco más sanos cada día. Por eso hoy queremos hablar del ejercicio físico como mejora de calidad de vida a partir de los 40.
Qué pasa en nuestro cuerpo a partir de los 40
Con el paso del tiempo el cuerpo va cambiando, y esto es algo que sucede en todas las personas, pero no de la misma manera. Aunque si que hay ciertas características comunes que tienen lugar con el paso de los años y a las que hay que enfrentarse sí o sí.
Pérdida de fuerza y masa muscular
Esto es algo inevitable, la fuerza y la masa muscular van disminuyendo con la edad y va costando más mantenerla. La forma física se pierde con más facilidad y las recuperaciones son más lentas y más dolorosas. Si no se mantiene la actividad física a partir de los 30, el cuerpo irá resistiéndose cada vez más y más a generar músculo y reparar el tejido dañado. A partir de la década de los 40, la fuerza empieza a disminuir entre un 8 y un 10% por década de años que pasa.
Entre los 50 y los 60 este proceso se acelera, llegando a perder en torno al 40% de la masa muscular del cuerpo, que es sustituida por tejido adiposo. Es decir, a partir de los 50, donde antes había músculo, suele haber grasa. Esto sucede de manera natural por el paso de los años. A este proceso se le denomina sarcopenia, y es el motivo de numerosas patologías relacionadas con una mala salud cardiovascular, asociada a un aumento de peso por el paso del tiempo en una vida sedentaria.
Disminución de la densidad ósea
A partir de los 40, en el punto más elevado de densidad ósea corporal, ésta, empieza a disminuir. Trayendo consigo también problemas asociados al sedentarismo, el paso del tiempo y el aumento de peso. Cuando más débiles sean los huesos, más les costará soportar el peso, por lo que más ayuda necesitarán de los músculos que anteriormente comentábamos que empiezan a desaparecer.
Esto sucede en mujeres a partir de la menopausia sobre todo, por motivos hormonales, pero también tiene lugar en hombres.
Otro tipo de cambios que suceden en cuerpo
El metabolismo basal disminuye, por lo que también encontramos aquí un aliciente para el aumento de peso. Ya no necesitamos las mismas calorías porque nuestro cuerpo no las quema, la piel pierde elasticidad y empiezan a aparecer arrugas.
Todos estos procesos pueden ralentizarse y mejorarse a través de una alimentación adecuada y un buen plan de entrenamiento con ejercicio físico adaptado al nivel de actividad y forma física del individuo.
Ejercicio físico como mejora de calidad de vida a partir de los 40
Con respecto a la pérdida de fuerza o masa muscular, podemos ver algunos cambios si se incrementa el ejercicio físico siempre y cuando esté supervisado y pautado por profesionales. Aquí es importante individualizar el entrenamiento.
Mejora e incluso aumento de la masa muscular
No solo se previene la pérdida de la masa muscular, si no, que de forma progresiva y algo más lento que a edades más tempranas, se puede mantener e incluso aumentar el tejido muscular del individuo.
Incrementos y mejora de la densidad ósea
Se ha comprobado a través de programas en mujeres en edad premenopáusica, que con ejercicios de fuerza se logra aumentar su densidad ósea hasta un 2,5%. Logrando con esto, sobreponerse a los problemas derivados de esta perdida de densidad de los huesos.
Conclusiones sobre el ejercicio físico como mejora de calidad de vida a partir de los 40
Es inevitable pausar el paso del tiempo, pero adaptando los ejercicios de fuerza adecuados y siguiendo una alimentación saludable, se puede mejorar en muchos de los ámbitos que la edad deteriora. Previniendo con esto la aparición de enfermedades cardiovasculares, diabetes y otras patologías derivadas de un aumento de peso inevitable.