Lo primero que tenemos que contarte es que en los pies interactúan 20 músculos diferentes. Además, también entran en acción más de 100 tendones y ligamentos, 28 huesos y más de 30 articulaciones. Si siempre estás calzado, solo utilizas una mínima parte de todo esto. Desde Muévete Conmigo queremos contarte cuáles son las ventajas de entrenar descalzos y por qué deberías empezar a hacerlo.
¿Cómo funcionan los pies cuando entrenamos con calzado?
Como ya adelantamos, en los pies interactúan una veintena de músculos diferentes, más de 100 tendones y ligamentos, así como más de 30 articulaciones y 28 huesos. Cuando entrenas con calzado deportivo, solo utilizas una mínima parte de todo esto. Por eso, existen ventajas de entrenar descalzos. Básicamente, se activan más los músculos del cuerpo que cuando se hace deporte con zapatillas. Y no solo nos referimos a los músculos de los pies, sino de otros tantos que, muchas veces descuidamos, además del core.
El contacto del pie con el suelo no solo sirve como plataforma de apoyo, sino que contribuye a mantener a la columna vertebral en mejor postura. Además, brinda información al sistema nervioso sobre dónde se está caminando, mejora el sentido del equilibrio y disminuye el impacto. Esto ocurre porque el calzado reduce la eficacia del sentido del tacto y la sensibilidad, cosa que produce que se desactiven ciertos músculos y hace que el cuerpo trabaje más duro que al estar descalzos.
Las ventajas de entrenar descalzos
Existen muchas ventajas de entrenar descalzos, aunque no lo creas. Nosotros te invitamos a que lo hagas, siempre y cuando el ejercicio que practiques lo permita.
Mejora el equilibrio y la postura
Al entrenar descalzo fomentas el fortalecimiento de los músculos, así como la estabilidad de los pies, lo que a su vez mejora la postura en general y reduce el riesgo de lesiones relacionadas con la mala postura.
Fortalecimiento de los músculos intrínsecos
Una de las ventajas de entrenar descalzos es que permites que los pies trabajen de forma natural. Básicamente, el entrenamiento descalzo activa y fortalece los músculos intrínsecos del pie, cosa que puede ayudar a prevenir problemas como la fascitis plantar y los molestos juanetes.
Conexión mente-cuerpo y sensación de libertad
Sin duda alguna, entrenar descalzos es una manera de estar presente en el momento, de conectar contigo mismo y sentir, a la vez, la conexión entre la mente y el cuerpo. Todo esto puede contribuir a reducir el estrés y aumentar la conciencia corporal o propiocepción.
Por otra parte, si entrenas descalzo podrás sentir una mayor sensación de libertad y reconexión contigo mismo. Esto es algo que muchas personas encuentran revitalizante y gratificante.
Mejora la circulación
Está claro que, el entrenar sin calzado, mejora la circulación. Esto se debe a que los músculos se estimulan y, por lo tanto, la circulación sanguínea de los pies mejora; pero no solo lo hace a nivel de los pies, sino también en todo el cuerpo. Esto, a su vez, favorece el sentido del equilibrio. También queremos destacar que dentro de las ventajas de entrenar descalzos se encuentran la disminución de las fuerzas de torsión articular y el impacto, además, se reduce el riesgo de lesiones, esguinces y fracturas.
Reduce el estrés
Aunque no lo creas, andar descalzo es una forma de reducir el estrés. Esto se debe a que se desbloquean las emociones contenidas que luego pueden convertirse en enfermedades. Y es que, en los pies existen muchas terminaciones nerviosas y es altamente recomendable que la planta del pie tenga contacto directo con el suelo con el objetivo de liberar el estrés, cosa que, a su vez, fortalece el sistema nervioso.
Curiosamente, cuando caminas descalzo, se aumenta la información que el sistema nervioso recibe, ya sea sobre el centro de gravedad (para activar los músculos estabilizadores), o sobre la fuerza necesaria para impulsarse.
Otras ventajas de entrenar descalzos
Andar descalzo contribuye a reducir el dolor de espalda, pues muchas de estas dolencias ocurren por estar mucho tiempo de pie, con tacones o con calzado inadecuado. Pero queremos contarte que, además, cuando entrenas descalzo, vuelves a lo natural. Y es que, con el tiempo y desde pequeños, nos acostumbramos a llevar calzado, sin embargo, al practicar deportes sin zapatillas, se fomenta la conciencia corporal natural o propiocepción.
Básicamente, cuando eliminas el calzado, también te deshaces de la protección y el soporte extra que este supone. Por lo tanto, los músculos tienen que esforzarse más para poder mantener el equilibrio. Esto, por otra parte, obliga a que también trabaje la zona del abdomen. De esta forma se moviliza una gran cantidad de músculos y el trabajo se vuelve más intenso.
Y claro, cuando entrenas descalzo, también se elimina el riesgo ante los daños que puede producir el calzado inadecuado y que no solo comprende a las rozaduras y ampollas. Y es que, cuando entrenas descalzo, como ya adelantamos, se fortalecen los músculos del pie, cosa que mejora la estabilidad en general. Esto puede tener un impacto positivo en la postura, en la mejora del rendimiento y claro, también contribuye a reducir lesiones.
No pierdas de vista que, para poder beneficiarte de las ventajas de entrenar descalzos es necesario hacerlo en una superficie adecuada. En este sentido, lo más recomendable es hacerlo en superficies blandas como la arena o el césped. Esto contribuye a reducir el impacto sobre las articulaciones y los pies. Cuidado, pues entrenar en el pavimento puede aumentar la carga que se produce sobre las articulaciones.