El ejercicio físico durante el tratamiento del cáncer y tras la supervivencia

Con motivo del día internacional del cáncer de mama, queremos aportar información de calidad sobre los beneficios que puede tener el ejercicio físico durante el tratamiento del cáncer y tras la supervivencia del mismo. Y es que hablamos de una enfermedad que está tan metida en la realidad en la que vivimos, que pensamos que en muchas ocasiones no podemos hacer nada cuando se presenta en nuestras vidas. Y conociendo su funcionamiento y su mecanismo de acción, a través del ejercicio y de métodos de entrenamiento personalizado, podemos hacer un poco más fácil y llevadera, la vida y la recuperación de los que están en tratamiento o son supervivientes de esta enfermedad.

El mecanismo habitual por el que se produce el cáncer

El mecanismo habitual por el que surge esta enfermedad, es una mutación genética celular, mediante la que se modifica la longevidad de estas células afectadas, así como sus funciones y propiedades. Creando en las personas que sufren la enfermedad algunos síntomas reconocibles, (siempre dependiendo del tipo de tumor, tamaño y gravedad), como pérdida de peso, anorexia, atrofia muscular y pérdida de algunas capacidades motoras.

Beneficios del ejercicio físico durante el tratamiento del cáncer

Debido a esto, se ha ido destacando en los últimos años, la importancia de la actividad y el ejercicio físico durante el tratamiento del cáncer, para sobreponerse a algunos de los síntomas que puede padecer la persona enferma. Así como para ayudar a mejorar la calidad de vida de la misma. Hay evidencias científicas que aseguran que se producen mejoras notables, a partir de las tres sesiones semanales de actividad aeróbica en el paciente, o de las dos sesiones semanales de actividad de fuerza.

También, el ejercicio físico durante el tratamiento es una ayuda para sobrellevar los efectos secundarios de los medicamentos, y aunque no hay evidencias exactas, se cree que reduce el riesgo de que la enfermedad reaparezca en un futuro.

el ejercicio físico durante el tratamiento del cáncer

La utilidad del ejercicio físico antes, durante y después del tratamiento del cáncer

Algunas de las ventajas que puede aportar el ejercicio físico al paciente durante todo el proceso del desarrollo de la enfermedad son las siguientes:

  • Mejora el funcionamiento general del organismo y reduce la fatiga
  • Disminuye la ansiedad y ayuda en el descanso
  • Mejora la fuerza muscular y mantiene las habilidades físicas
  • Fortalece el sistema inmunitario y aumenta el apetito
  • Mejora la calidad de vida y ayuda a mantener un peso saludable
  • Puede contrarrestar el linfedema relacionado con el cáncer de mama
  • Reduce la reaparición de ciertos tipos de cáncer

Antes del tratamiento del del cáncer

De forma previa a comenzar el tratamiento, el ejercicio físico va a desempeñar un papel fundamental en la salud mental del paciente. Ya hemos hablado en otros artículos de la web sobre lo importantes que es el ejercicio como regulador emocional, y es que va a permitir reducir la ansiedad y los síntomas de angustia que se puedan experimentar en las primeras fases de la enfermedad.

Además de esto, muchas personas en las primeras fases del tratamiento, experimentan una pérdida de fuerza y dificultades para mantener su condición física. Esto puede evitarse o reducirse si se hace un trabajo previo de ejercicio, y se cuenta con una buena condición física que permita una buena tolerancia del ejercicio durante el tratamiento.

tratamiento del cáncer y ejercicio físico

Durante el tratamiento

Para saber los ejercicios que podemos hacer y la intensidad a la que nos podemos exponer, siempre hay que tener en cuenta varios factores que afectan a la capacidad del paciente. Primero hay que analizar el tipo de cáncer y la etapa en la que este se encuentra, así como el tratamiento al que está siendo sometido.

También debemos tener en mente la condición física que tenía antes del tratamiento, pues no va a mejorar durante el mismo, por mucho ejercicio que haga cuando esté en tratamiento. Hay que intentar mantenerse activo, pero sin ponerse objetivos imposibles, que solo servirán para lograr frustración.

En la recuperación del tratamiento del cáncer

En el momento en el que se comienza la recuperación, es una buenísima noticia, y por ello, la mejor manera de celebrar la salud, es dándole a nuestro cuerpo las mejores herramientas para estar saludable y lograr su mejor versión.

Lo mejor en esta etapa es realizar el entrenamiento que nuestra capacidad nos permita, haciendo un ejercicio enfocado ya en mejorar nuestra calidad de vida y nuestra salud general. Ser físicamente activos y comer de una forma saludable, reducirá el riesgo de que aparezcan otras enfermedades y de que el cáncer pueda volver a manifestarse. Cuantos menos motivos le demos a nuestro cuerpo para mostrar vulnerabilidad, más difícil será que algún patógeno lo ataque.

Ejercicio físico con un cáncer avanzado

Pero si, por el contrario, nos encontramos ante un tratamiento de cáncer que no tiene posibilidad de cura, o está en una etapa avanzada, se puede realizar también ejercicio moderado, pero siempre bajo la supervisión de un especialista.

Es importante pautar unos objetivos a corto y largo plazo junto al profesional del fitness y el doctor, teniendo en cuenta la evolución en invasibilidad del tumor. Lo importante es no caer en la inactividad y dejarse guiar para poder notar mejoras.

Un caso de superación cercano que podemos ver es el de Ana Rosa Quintana, que gracias a su entrenador está recuperándose del cáncer de la mejor manera. Y en algunos hospitales españoles ya se está implementando una recuperación activa, a través de entrenamientos dirigidos.

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