Se ha evidenciado que la realización de la actividad física es una forma eficaz para tratar y controlar enfermedades crónicas.
Una de las principales causas de muerte en Estados Unidos son las enfermedades crónicas, y casi el 50% de los adultos padecen una o más de estas afecciones.
El tratamiento habitual que ofrecen para estas enfermedades es el control de síntomas mediante medicación, representando un 86% del gasto sanitario total en EEUU. No obstante, hay evidencias dentro de la comunidad médica de que la actividad física es equiparable a un tratamiento eficaz de la enfermad.
Son varios los beneficios del ejercicio regular, como el control de peso, el fortalecimiento de músculos y huesos, mejora de la salud mental, etc. Pero, ¿Por qué es eficaz la actividad física a la hora de controlar enfermedades crónicas?
¿Cómo ayuda la actividad física a prevenir y controlar enfermedades crónicas?
El deporte es un factor importante para la salud en general, pero especialmente importante para las personas que tienen enfermedades crónicas como la diabetes e hipertensión.
Este tipo de enfermedades pueden ser controladas y manejadas mediante una combinación de cambios de estilo de vida y medicamentos. Las tres enfermedades crónicas más estudiadas en relación a la intervención de la actividad física son el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Enfermedades cardiovasculares
Un aumento de los niveles de actividad física tiene un efecto progresivo en la disminución de riesgo de muerte un 20-35% por enfermedad cardiovascular. Es más, una investigación reciente evidencia que el deporte realmente aminora el riesgo de este tipo de padecimiento y reduce el riesgo por muerte prematura.
Esta actividad puede ayudar a mejorar la función del corazón en personas con insuficiencia cardiaca leve a moderada. El ejercicio regular puede ayudar a fortalecer el músculo cardiaco, mejorar la capacidad del cuerpo para utilizar oxígeno y reducir la frecuencia y la gravedad de los síntomas, como la fatiga y la falta de aire.
Controlar enfermedades crónicas como la diabetes e hipertensión
Ambas enfermedades pueden causar graves complicaciones para la salud, como enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares, problemas de riñón, etc.
Las personas que sufren de alguna de estas enfermedades deben trabajar para mantener sus niveles de azúcar en sangre y presión arterial bajo control.
La actividad física puede ser una forma efectiva para disminuir estos niveles de azúcar en la sangre, ya que al realizar ejercicio, los músculos utilizan la glucosa (azúcar) en sangre para obtener energía.
En pacientes que ya se le han diagnosticado esta afección, caminar 2h a la semana se asocia a una disminución del 34-54% de mortalidad por todas las causas derivadas de la diabetes.
El ejercicio regular también puede contribuir a la reducción de la presión arterial en personas con hipertensión. El deporte ayuda a que el corazón bombee sangre con menos esfuerzo y presión. Es más, puede contribuir reduciendo la rigidez arterial y mejorando la función de los vasos sanguíneos.
Cáncer
La actividad física puede desempeñar un papel importante en la prevención y el manejo del cáncer, especialmente en el de mama y el de colon.
Se ha demostrado que el ejercicio regular puede ayudar a reducir del 20-30% en la incidencia del cáncer de mama y del 30-40% en la incidencia de cáncer de colon, tanto en hombres como en mujeres.
Es más, el deporte puede mejorar la calidad de vida de las personas que ya tienen esta enfermedad. El tratamiento puede ser agotador y provocar síntomas como la fatiga, dolor y depresión. La actividad física ayuda a reducir esa fatiga y a mejorar el estado de ánimo.
En Muévete Conmigo nos preocupas tu y tu salud y por eso te lo ponemos fácil. Nuestros entrenadores personales diseñarán un plan de entrenamiento personal en función a tus objetivos y posteriormente adaptado a tus progresos.
¡Ponte en contacto con nosotros y comienza tu nueva vida desde ya!
